Sinopsis:
Rafael y Gabriela son dos niños aficionados a la ciencia que este invierno, junto a una veintena de otros estudiantes de diversas escuelas de Santiago, han aprovechado sus vacaciones para participar en un programa de estudios avanzados realizado por la Universidad de Chile. En las clases, se confrontan con el conocimiento científico desde un enfoque que pone a la experimentación en el centro de las actividades y que estimula su interés por las ciencias desde un plano sensible e intelectual a la vez. El asombro como motor del conocimiento demuestra ser la clave para una educación que esté a la altura de los sueños que mueven a estos científicos del futuro.
– Competencia Nacional – Festival Internacional de Cine de Chiloé (FICH), enero 2018.
– Competencia Internacional – Mi Primer Festival, febrero 2018 – Lima, Perú.
– Selección Oficial FECISO 21º, julio 2018.
– «Mención Destacada del Público» / Competencia Nacional – 5to Festival de Cine de La Calera (FECICAL), agosto 2018.
– Competencia Internacional de Cortometrajes – 8vo Festival de Cine de La Culata, agosto 2018 – Guayaquil, Ecuador.
– Competencia Regional – 51º Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (FICVIÑA), octubre 2018
– Muestra Internacional de Cortometrajes de Jujuy, Argentina, octubre 2018
– Festival Internacional de Cine de Quillota, diciembre 2018
EdV
EdV de la Universidad de Chile es un programa académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) con más de 29 años de tradición. Tiempo en el cual ha visto pasar por sus aulas a más de 50.000 estudiantes de todo el país. Es tanto su éxito que, a partir de hace un par de años, se ha comenzado a realizar una versión en invierno dirigida a estudiantes de 5° Básico a 4° Medio en las áreas de Ciencias Físicas, Matemáticas e Ingeniería y Biólogo-Química.
El encargo consistía en explorar en la visión que tienen los niños que participan en estas actividades e indagar en cuáles son las motivaciones que movilizan su interés por asistir a la universidad. El enfoque del documental fue intentar capturar la energía que se desarrolla en un contexto de inquietud, de fomento a la curiosidad que lleva a un niño de 10 años a no conformarse con las primeras respuestas.
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